jueves, 24 de junio de 2010

I'm going slightly mad




One more kiss, dear

miércoles, 23 de junio de 2010

Hotel California



martes, 22 de junio de 2010

El aguador de Sevilla (1620-1621)

Esta obra pertenece a Diego Velázquez (Barroco).
Es un óleo sobre lienzo de 106x82 cm. Se encuentra en Wellington Museum, Londres.

Observamos tres personajes anónimos que podrían simbolizar las tres edades de la vida. De este modo, el agua se consideraría como la transmisión del conocimiento desde la senectud a la juventud. Así, el anciano ya no tendría sed y le brindaría la copa de la sabiduría o experiencia al niño, mientras que una tercera persona (de mediana edad) se encuentra bebiéndola en ese momento.
En la copa del niño podemos ver un higo (que daría más dulzura al agua) y que ha sido interpretado bien como el origen de la vida o como una forma de iniciación al amor, ya que el higo ejercería la función de símbolo sexual femenino.

Vistas desde la Torre de Poniente

Anhelo tu luz, tu aire, tus calles, tu gente...
Pequeña tacita de plata, ¿cuánto has visto? ¿cuánto has vivido ya?
Es tan fácil enamorarse de ti...

La cara del Resplandor

Sin duda, Jack Nicholson encarnó de forma espectacular al cuidador del Hotel Overlook, Jack Torrance en la película "El Resplandor".

Nos muestra en ella la delgada línea que separa cordura de locura y nos hace entrega de una magnífica interpretación.

Es una de las películas que se deberían ver antes de abandonar...




lunes, 21 de junio de 2010

Sin lunas ni mares de cartón

Sin lunas ni mares de cartón es el nombre que recibe el libro de la poesía completa de Ángel F. Sánchez-Escobar.

Hace dos años pude conocer su obra gracias a una asignatura de la facultad, Configuración Literaria de Andalucía. En dicha asignatura leíamos y analizábamos obras andaluzas, clásicas y no tan clásicas, como es el caso de Sin lunas... o Las Campanas de Virimar (Francisco Casas Delgado).

Ángel, ha nacido en Sevilla el 21 de noviembre de 1951. Se licenció en Filología Hispánica y Filología Anglogermánica en la Universidad de Sevilla, pero completaría estudios de Master en Literatura Hispanoamericana, en Pedagogía y Doctorado en Didáctica del Inglés en Vanderbilt University (Nashville, Estados Unidos). A pesar de que ha seguido completando un doctorado en Teología en The Saint Stephen Harding Theological College and Seminary, en Winston-Salem (North Califronia), también ha ejercido como catedrático de Didáctica de la Lengua y la Literatura de la Escuela de Magisterio en Sevilla.

Su obra poética está dividida en cuatro libros que corresponden a cuatro etapas diferentes: Triste figura andante; El último cielo de otoño; La gaviota fosfórica; Tiempo circular.

De su lectura observamos su sensibilidad, el uso exquisito del lenguaje (sin adornos excesivos), la concentración expresiva de algunos poemas y fundamentalmente su sencillez.

EL ÚLTIMO CIELO DE OTOÑO
(2004)

El alma poeta

13


Ya sea el alma poeta, el brusco movimiento
de mi boca sobre el papel,
el aleteo frágil de tu cabello,
el querer sentir la voz dueña,
derretir la lengua y dejarla correr azul,

Alma de alma, descalzo, sin pies,
rompiendo esquinas,
viviendo alquileres de pisos,
todo húmedo, húmedo, con la frente rayada
de algo incoherente, sin concebir nada,
sólo el eco de una risa que huele a motor:
troceada, tartajosa.
-Tengo el alma deshojada sobre la piel-.

18

Y ELMUNDO
voló fuera de sí,
y fui yo una vez más,
tan lejos de mí
y tan cerca...

Y tú, tan lejos,
ausente de mí,
alejándote del mar
que siempre tuve
-y teníamos-.

Así, anhelando tu mar,
tu brisa clara,
tu dulce arena,
quiero la duna,
quiero la playa de tus labios.

TIEMPO CIRCULAR
(2000)

Parte primera
"Alma..."
(Verano de 1992)

7

DÉJAME PERDERME
en el silencio,
en el viento fresco
de tus sueños,
por rincones de ti
jamás contemplados.

Déjame ser
mirada llena,
cubriéndote paso a paso,
latiéndote beso a beso.

Déjame ser
serafín de luz,
hombre desnudo
para tu alma.

Parte segunda
"Luna..."
(1992-1993)

3

VIVO en ti,
vibro en tu presencia,
alma
-alma de alma-,
contigo,
Amor...

domingo, 20 de junio de 2010

Dirty Dancing


Hace una o dos semanas pude volver a ver la película que da nombre a esta entrada, Dirty Dancing.
Sinceramente, era poco lo que recordaba de ella, aunque la imagen enérgica del joven Patrick Swayze enfundado en un traje negro junto con la inocente Jennifer Grey, permanecía en mi interior.

El cine es un arte que me apasiona. No entiendo de fronteras, prejuicios, ni encuentro tabúes en él. Lo mismo puedo deleitarme con el magnífico humor del conejo Harvey que emocionarme con el viejo Noa. Disfruto simplemente de aquellas películas que a mi pobre juicio están "bien hechas", que me emocionan, que me llevan a otros lugares (añorados o desconocidos), que me hacen vibrar, sentir bien o reflexionar...

Sin duda, Dirty Dancing es una de ellas.




Estrenada por primera vez en 1987 fue un enorme éxito de género romántico, siendo a día de hoy considerada como un clásico de los 80.

Esta obra está escrita por Eleanor Bergstein y dirigida por Emile Ardolino.

La película nos muestra como se forja el amor entre dos jóvenes muy diferentes: Johnny Castle, bailarín y profesor en un lujoso hotel; y Baby Housemam, inocente e idealista adolescente hija de un adinerado doctor que pasa sus vacaciones estivales en dicho hotel.
A su vez, sus diferencias individuales no son las únicas que los aleja, sino también sus diferencias sociales que aquí aparecen reflejadas como un obstáculo...

Sin embargo, bien es sabido por todos que para el amor verdadero no existe aún barrera que lo detenga...

De este modo, el amor surgirá y se alimentará entre música, inocencia, baile, alegría y pena.


Tras ver la película un sentimiento de bienestar me embargó. Es una buena dosis de optimismo y te recuerda que no hay nada que no se pueda conseguir. No obstante, para volver a la cruda realidad bastaría con poner el telediario... Yo no lo hice. No lo hagan ustedes tampoco y anímense a bailar...



Photobucket